Pavo real

Esta mañana al ir a trabajar me he cruzado con un pavo real. Se había escapado del vecino Campo de San Francisco y se paseaba por la acera de la avenida de Galicia todo ufano. Enseguida me he acordado de la gran escritora sureña Flannery O'Connor, a la que le fascinaban los pavos reales, y de uno de sus relatos en el que una estirada señora blanca se encasqueta un sombrero y sube a un autobús y en el autobús ve a una mujer negra que lleva el mismo sombrero. Y esto es más de lo que la encopetada señora puede soportar. Por cierto, ganó Obama.


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