Marsé

De niño, en el colegio, se escuchaban muchas aventis. Mi primo Ramón, que es mayor que yo, era un consumado contador de estos relatos orales en los que se mezclaban ficción y realidad.
Ahora le han dado el premio Cervantes a Juan Marsé que, entre otras cosas, supo aprovechar las aventis que escuchara de chaval para hacer de mayor literatura de la buena. Y yo me alegro, porque Marsé no es solo un gran escritor sino un gran narrador de historias, dos cualidades que no siempre corren parejas.
Por todo ello, enhorabuena, maestro.

Comentarios

(2)
  1. Me sumo a ello, Jorge, como es natural. Un saludo.

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  2. No creas, Miguel Ángel, que la cosa se ve tan "natural"; sé de algunos que no les ha hecho ninguna gracia la concesión del premio a Marsé. Pero, en fin, continuaremos disfrutando de sus historias.
    Saludos

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