Ir al contenido principal

El comedor de libros

 

- No podemos liberarte pues no te hemos juzgado, pero responde a mi pregunta, Comedor de libros, dices que conoces lo que dice el libro de Haberlus, pero, ¿es que sabes leer? Acaso lees ciertos libros antes de comerlos? ¿Y esto por qué? ¿Dónde lo has encontrado?

- No, yo no lo he leído y no os contaré su historia, pues vos no la merecéis.

- ¿No lo has leído? ¿Entonces por qué finges conocerlo?, preguntó el patriarca que, visiblemente, se impacientaba.

- Lo conozco porque me lo he comido.

- ¿Qué dices? 

- Digo que conozco el libro porque me lo he comido.

- ¿Lo conoces? ¿Tú te lo has comido y lo has conocido?

- Eso es: yo como los libros por tanto los conozco; no tengo necesidad de leerlos, yo los digiero y ellos están en mi espíritu.

 

(Stéphane Malandrin, Le Mangeur de livres. Éditions du Seuil, 2019).


Comentarios

  1. Spirit desire12/11/23, 0:10

    Empaticé automáticamente con el comedor de libros y la transustanciación librera que padece. Qué manía con juzgar todo y a todos! El tono inquisitorial del patriarca resulta verdaderamente deleznable! La prisión es un suplicio cotidiano que nadie tiene derecho a inflingir a un ser vivo en nombre tan solo de una opinión o de una concepción del mundo. Amnistía!!!

    ResponderEliminar
  2. Jorge Ordaz12/11/23, 17:40

    ¡Pobre comedor de libros! (Curiosamente, en este libro, no traducido al español, se elude la palabra bibliófago, tan evocadora, al menos para mí).

    ResponderEliminar
  3. ¿Estarán en nuestro espíritu todos los libros que hemos leído?

    ResponderEliminar
  4. Jorge Ordaz13/11/23, 13:01

    Creo que sí. Aunque solo afloren algunos, de vez en cuando.

    ResponderEliminar
  5. 'A mí, dice, me gustan los libros en los que todos los misterios y las angustias pasan a través de una mente exacta y fría y sin sombras como la de un jugador de ajedrez'. ITALO CALVINO, Si una noche de invierno un viajero
    Nota bene: "me gustan los libros...", poco cuesta pensar que se los come.

    ResponderEliminar
  6. Comer libros no está al alcance de cualquiera, es una alquimia que requiere un aprendizaje laborioso. Me gustaría leer el libro y aprender, si es que el relato lo desvela, la manera más sencilla y eficaz para adquirir el conocimiento del libro ingerido. Y habrá algunos más suculentos que otros, ¿no?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí. Y tienen los libros la gran ventaja de que pueden ser devorados muchas veces.

      Eliminar
  7. Jorge Ordaz8/12/23, 1:14

    Y solo se requiere un estómago bien educado.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Un milagro de san Salvador de Horta

"Dos casados vizcaínos traxeron desde aquel reino a Horta una hija, que era sorda y muda de nacimiento; y poniéndola a los pies del venerable Fray Salvador, les dixo que estuviesen ocho días en la Iglesia orando a Nuestra Señora, y que después hablaría la muchacha. Pasados quatro días habló, pero en lengua catalana, conformándose con el idioma del territorio en que estaba. Entonces viendo hablar a la muda gritaron todos: Milagro , milagro . Pero sus padres como no entendían aquella lengua estaban descontentos, y levantando la voz decían que ellos no querían, ni pedían, que hablase su hija lengua catalana, sino vizcaína; y fueron a Fray Salvador, que le quitase la lengua catalana y le diese la vizcaína. Él les respondió: Vosotros proseguid la oración de los ocho días, que yo también continuaré la mía . Y cumplidos los ocho días, delante de los muchos que concurrieron a ver la novedad, dixo: Amigo, la Virgen Santísima quiere que la niña hable catalán mientras esté en el reino de Cat

Simpson

George Gaylord Simpson (1902-1984) George Gaylord Simpson fue sin duda uno de los importantes paleontólogos del siglo XX, especialista en mamíferos fósiles, gran teórico evolucionista y experto lingüista. Después de su muerte, su hija descubrió  entre sus papeles el manuscrito de un relato de ciencia-ficción escrito en los años setenta y titulado The Dechronization of Sam Magruder . Se publicó en 1996, con prólogo de Arthur C. Clarke y epílogo de Stephen Jay Gould. Fue traducido al castellano por María Belmonte y publicado al año siguiente por la editorial Mondadori con el título Entre dinosaurios . El relato de Simpson narra las peripecias de un "cronólogo", Samuel Magruder, que en 2162, y gracias a un proceso de su invención conocido como "descronización", viaja nada menos que ochenta millones de años atrás, o sea, al período cretácico. Magruder es consciente de que es el único humano en un valle poblado de gorgosaurios, celurosaurios, tiranosaurios y otros