El poeta y el astrónomo

 

John Donne (1572-1631)

 

En 1619 el rey Jacobo I de Inglaterra nombró a James Hay, vizconde de Doncaster, embajador extraordinario para tratar de negociar un acuerdo con el depuesto rey de Bohemia. En el viaje a través de Europa le acompañó, como capellán, el teólogo, clérigo y poeta John Donne. 

Estando en Linz, Donne quiso visitar a Johannes Kepler, que por aquel entonces ya era considerado uno de los más importantes astrónomos de su tiempo. Según cuenta Katherine Rundell en su fascinante biografía Super-Infine.The Transformations of John Donne (Faber, 2022), el encuentro entre ambos fue "polite and formal". Pero menos lo hubiera sido, precisa Rundell, si Kepler hubiera sabido ciertas cosas sobre la vida y obra de Donne. 

En efecto, Kepler había publicado en 1608 un libro titulado Somnium, un extraño y alegórico relato en el que se describe un viaje a la luna. Desde su aparición el libro se vio envuelto por maliciosas habladurías que implicaban a la madre de Kepler en un juicio sobre brujería, lo que molestó seriamente al astrónomo. Entre estos propagadores de rumores Kepler incluyó al anónimo autor del panfleto anticatólico Ignatius His Conclave, tras el cual estaba el mismísimo John Donne. 

Al parecer, durante el encuentro entre ambas luminarias no salió a relucir el espinoso asunto, de modo que la conversación debió de ir por otros derroteros. ¿Pero cuáles? ¿De qué hablaron, en realidad, el poeta y el astrónomo? ¿De poesía, de ciencia, de religión? Sería interesante saberlo, pero no lo sabemos. Lo que es casi seguro es que debieron entenderse en latín. En cuanto a la compleja misión diplomática encomendada a Doncaster acabó en fracaso.      

Comentarios

(2)
  1. Le Rêverie de Claude Debussy18/8/23, 18:29

    Llámelo deformación profesional bibliomaniaca si desea pero el caso de Kepler y su madre me trajo irremediablemente a la mente a los personajes de Jack y su madre Ellen de la imperdible novela "Los pilares de la tierra". Cabría cuestionarse ahora entonces el papel que asignamos al bueno de John Donne, a quien yo identifico con Waleran Bigod pues como muy acertadamente apuntaba Ralph Waldo Emerson:"El exclusivista en religión no ve que se cierra las puertas del cielo a sí mismo al intentar cerrárselas otros".

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  2. Jorge Ordaz19/8/23, 18:56

    Teniendo en cuenta que Donne nació en el seno de una familia católica y que varios de sus miembros sufrieron persecución y muerte, no son de extrañar los movimientos y giros posteriores en su vida, con sus aspectos oscuros, pero también luminosos.

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