Ir al contenido principal

Leer en tiempo de coronavirus

Desde que empezaron las medidas de confinamiento a causa del COVID-19, han aparecido en los medios de comunicación y redes sociales gran número de recomendaciones de libros para entretener las largas horas de reclusión forzosa. Por lo general estas listas recogen, con criterios subjetivos como no podía ser menos, desde novedades editoriales hasta los clásicos de toda la vida. No obstante, en casi ninguna de estas listas faltan libros que tienen que ver directamente con una epidemia.
Por ejemplo, La peste de Albert Camus o Diario del año de la plaga de Daniel Defoe se han convertido en inesperados best-sellers a escala mundial. Se supone que estos libros nos pueden ayudar a entender mejor la crisis sanitaria que estamos padeciendo. No lo pongo en duda. Pero si de lo que se trata es que su lectura nos evada por unos momentos de la triste y cruda realidad que nos rodea, entonces no creo que sean los más indicados. De todos modos, lo importante no es qué leer sino el acto mismo de leer.
Por mi parte no tengo ninguna lista de libros que recomendar; a lo sumo un par de sugerencias, sin tener que comprar ninguno.
Así, podemos revolver en nuestra biblioteca y:
1) Volver a leer aquel libro que tanto nos gustó cuando lo leímos por primera vez, y de paso comprobar si nuestra opinión ha cambiado o no desde entonces. O sea, cuánto hemos cambiado nosotros como lectores.
2) Leer aquel libro que un amigo nos regaló, o compramos sin estar muy convencidos, y cuya lectura hemos ido demorando por diversas razones. Puede que nos sorprenda, el libro; y también el gusto de nuestro amigo, e incluso el nuestro.
Si esto no funciona siempre tendremos el recurso de adherirnos a alguno de los centenarios que se celebran este año. Por ejemplo, la producción literaria de Pérez Galdós da para varias cuarentenas. Personalmente me inclino por homenajear a Juan Perucho en el centenario de su nacimiento. No sale tanto en los papeles, pero su lectura es recomendable en este y en todo momento.      

Comentarios

  1. Sabio consejo. Yo simplemente trato de ponerme al día; imposible, claro, porque cada día me surgen cosas nuevas. Pero lo intento. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Coincido en que Perucho es un ingenio valioso de nuestra literatura y me parece muy buen consejo leer algo suyo.
    Lo último de Perucho que leí fue Els fantasmes de la calaixera. Transcribí algunas citas en mi blog: https://imagoestinaqua.blogspot.com/search?q=Perucho
    Hay algo de su espíritu que echo de menos, quizás sea esa mezcla de chispa, observación y sentido del humor. O eso me parece, al menos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Lope: Lo de ponerse al día en lecturas cada vez se hace más difícil y, además, no siempre compensa. Un cierto equilibrio entre leer y releer sería lo ideal, pero no siempre es posible mantener dicho equilibrio. Depende, entre otras cosas, del estado de ánimo, variable por naturaleza.
    Salva: De acuerdo con tu observación sobre Perucho, un autor que merece la relectura, aunque su tipo de literatura, entre fantástica y realista, no sea de gusto mayoritario. "Els fantasmes de la calaixera" es muy típica de él. Yo he empezado por releer "Les històries naturals" (1960), que me sigue pareciendo una de sus obras más logradas e innovadoras.
    Saludos y gracias.

    ResponderEliminar
  4. Muy interesante la entrada. Yo personalmente, he vuelto a comprar en formato ebook y ahora estoy leyendo un libro (bastante gordo y poco atractivo a la vista) que tenía relegado a un segundo plano. Cuántos libros tenemos en nuestras estanterías que ni fú ni fá.... así que sí, démosle una segunda oportunidad, así por lo menos saldremos de dudas. Un abrazo y mucho ánimo!!

    ResponderEliminar
  5. Sorpresas te dan lo libros ( a veces). Pero para ello hay que darles una oportunidad. Ánimo y saludos.

    ResponderEliminar
  6. These stories are truly incredible. Thank you for this information. Tech news

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Simpson

George Gaylord Simpson (1902-1984) George Gaylord Simpson fue sin duda uno de los importantes paleontólogos del siglo XX, especialista en mamíferos fósiles, gran teórico evolucionista y experto lingüista. Después de su muerte, su hija descubrió  entre sus papeles el manuscrito de un relato de ciencia-ficción escrito en los años setenta y titulado The Dechronization of Sam Magruder . Se publicó en 1996, con prólogo de Arthur C. Clarke y epílogo de Stephen Jay Gould. Fue traducido al castellano por María Belmonte y publicado al año siguiente por la editorial Mondadori con el título Entre dinosaurios . El relato de Simpson narra las peripecias de un "cronólogo", Samuel Magruder, que en 2162, y gracias a un proceso de su invención conocido como "descronización", viaja nada menos que ochenta millones de años atrás, o sea, al período cretácico. Magruder es consciente de que es el único humano en un valle poblado de gorgosaurios, celurosaurios, tiranosaurios y otros