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Retahíla de improperios

Braulio Foz (1791-1865)



Vida de Pedro Saputo, natural del Almudévar, hijo de mujer, ojos de vista clara y Padre de la agudeza (1844), del escritor aragonés Braulio Foz, es una original e insólita novela de carácter picaresco y estirpe cervantina. Rescatada del olvido por Francisco Yndurain con se reedición en 1959, en opinión del profesor Sergio Beser es "la novela de mayor calidad e interés escrita en el siglo XIX hasta la publicación de las grandes obras de Pérez Galdós."
En el capítulo X el protagonista se une a una tuna de estudiantes y tiene un encontronazo con una mujer "mal vestida y con alguna extravagancia". La mujer les reprende diciéndoles: "Bien pudiérades llevar algún gato o mona para divertiros, el muy hijo de puta". A lo cual Saputo, encaramándose a hombros de un compañero, le suelta este "borbollón de injurias" (el más largo que conozco de la literatura española, si no el que más): 
"-Vaya con Dios la ella, piltrafa pringada, zurrapa, vomitada, albarda, arrastrada, tía cortona, tía cachinga, tía juruga, tía chamusca, pingajo, estropajo, zarandajo, trapajo, ranacuajo, zancajo, espantajo, escobajo, escarabajo, gargajo, mocajo, piel de zorra, fuina, cagachurre, mocarra, ¡pum, pum!, callosa, cazcarrosa, chinchosa, mocosa, legañosa, estoposa, mohosa, sebosa, muermosa, asquerosa, ojisucia, podrida, culiparda, hedionda, picuda, getuda, greñuda, juanetuda, patuda, hocicuda, lanuda, zancuda, diabla, pincha tripas, fogón apagado, caldero abollado, to-to-to-ottorrrrrr... culona, cagona, zullona, moscona, trotona, ratona, chochona, garrullona, sopona, tostona, chanflona, gata chamuscada, perra parida, morcón reventado, trasgo del barrio, tarasca, estafermo, pendón de Zugarramurdi, chirigaita, ladilla, berruga, caparra, sapo revolcado, jimia escaldada, cantonera, mochilera, cerrera, capagallos... Y cesó tan alto y perenne temporal de vituperios, porque la infeliz desapareció de la vista habiendo torcido por otra calle, echando llamas de su rostro, y sudando y muriéndose de vergüenza."      

Comentarios

  1. Pues si que estaba versado en improperios. Desde luego que si es la más larga retahíla de insultos de la literatura española, posiblemente lo será también de la mundial

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  2. Podría entrar perfectamente en el libro Guinnessde los Records.

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