Otra modesta proposición (al estilo de Swift)

Alfonso Reyes (1889-1959)

Reconozcamos que, a través del crustáceo, todos hemos sido antropófagos de segundo grado y, como decía Octave Mirbeau, "las langostas, los cangrejos, rayas, rodaballos del Raz de Sein, a causa de los muchos náufragos que engullían, eran singularmenrte apetitosos y estimados". Bien, pues si la ciencia está de acuerdo, y ahora que son moda los asesinatos colectivos y que los cadáveres se desperdician lamentablemente, ¿por qué no instituir el canibalismo oficial y la distribución del manjar humano, ya gratuito, ya a bajo costo, ya como premio a la virtud cíviva, sobre todo entre las clases pobres, que así quedarían autorizadas a devorar periódicamente a tantos malhechores sociales -mera carne cebona- que los explotan y torturan?

(Alfonso Reyes, Memorias de cocina y bodega. Editorial Comba, 2015).

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