Disparar, pero sin odio


Bosco se corrió a un lado. Apuntaba a la cabeza de Morrison.
-¿Disparo ya, jefe? Hace tiempo que espero este momento.
Battalino frunció el ceño.
-Me disgusta, Bosco. Nada tenemos contra el muchacho, si lo matamos es porque el negocio es el negocio. Mátale, sí, pero sin odio.
Morrison retrocedió más, tropezando con un aparador. Los cacharros que había en la vitrina se agitaron (...).
-Bueno, ¿Disparo o no? -preguntó Bosco.
-Dispara, hijo, dispara -accedió Battalino.

(César Torre, Destino marcado. Ediciones Toray, c. 1965). 

Comentarios

(2)
  1. Disparar sin odio y por negocio, es la otra manera, El padrino dixit, de matar sin que medie ninguna afrenta personal, es simplemente, negocio, cosa de dinero y ganancias económicas.

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  2. En efecto, es más propio de la mafia que de la leyenda del "viejo oeste".

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