Charles Waterton

Charles Waterton (1782-1865)

Charles Waterton fue un naturalista y explorador inglés, más conocido por sus excentricidades que por sus descubrimientos científicos. Hizo varios viajes a Sudamérica, fruto de los cuales fue Wanderings in South America (1825), que fue un éxito de ventas y uno de los libros de viajes más leídos de la primera mitad del siglo XIX. En este libro describe sus aventuras y hazañas, entre las cuales se cuentan el haber dormido una noche junto a una gigantesca serpiente coulacanara de catorce pies de largo, y haber cabalgado a lomos de un gran caimán, ante la estupefacción de los porteadores que le acompañaban. Uno de los objetivos de estos viajes era encontrar el veneno woorali, que él consideraba como un inmenso y ansiado tesoro y que al final consiguió.
Waterton pertenecía a una familia católica de mucha raigambre, entre cuyos antepasados se contaban varios santos, entre ellos Santo Tomás Moro. Su residencia en Walton Hall, en el condado de Yorkshire, era un zoológico donde animales de todo tipo campaban a sus anchas. Ningún animal le parecía feo o repulsivo; a todos adoraba fuera de la "rata hanoveriana", a la que culpaba de todos los males que habia padecido su familia  Gustaba de recibir a sus amigos a cuatro patas, como si fuese un perro, y era muy aficionado a subirse a las copas de los árboles. Norman Douglas, en Experiments (1925) nos dice que una vez, estando en Roma, escaló el Castillo de Sant'Angelo y que habiendo alcanzado el ángel de su cúspide, se puso, para mayor emoción,  a la pata coja.
Waterton estuvo en España cuando era joven. En Málaga tenía un tío; y en 1803, en una de sus estancias en la ciudad andaluza, fue sorprendido por una epidemia de vómito negro que dejó centenares de muertos y a la que sobrevivió. Edith Sitwell incluye al squire Waterton en sus Ingleses excéntricos (1933), y dice de él que era un santo varón y un gran caballero, noble, valiente y querido.

Comentarios

(7)
  1. Tengo ese libro de la Warton y es una pura delicia ese museo de excéntricos.
    Y "Las confesiones de un bibliófago", de un tal Jorge Ordaz, que me regaló mi querido José Luis Melero. Otra delicia. Un saludo desde Mérida.

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  2. Gracias Elías, por seguirme y leerme.

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    1. Es que escribes muy bien, Jorge.Y aprendo un montón contigo. Tengo tu blog enlazado con el mío desde que lo descubrí.

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    2. Gracias, te lo agradezco mucho.

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  3. Qué personajes tan singulares... Yo también lo sería y viviría mil y una aventuras si tuviese dinero por doquier.... El dinero no da la felicidad pero te ayuda a ser un personaje singular :)

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  4. Un tipo encantador, sobre todo para los animales que tenía cerca.Y un poco temerario en el trato con los caimanes.

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  5. Lo cierto es que parece más de ficción que Mr. Doolitle.

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