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La nevera de Ford


A lo largo de su estancia en Oviedo, con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias, el escritor norteamericano Richard Ford, ganador del Premio de las Letras, ha tenido la oportunidad de hacer muchas declaraciones. En sus entrevistas con la prensa, encuentros con clubes de lectura y estudiantes universitarios y otros actos sociales y culturales, ha hablado de su vida, de sus obras, del oficio de escritor, de literatura, de política... Su discurso de ayer en el Teatro Campoamor fue una pieza de elevado nivel e impecable factura.
En el discurso citó a dos escritores españoles, Cervantes y Ortega y Gasset. El primero parece casi obligado en estos casos, pues se trata de nuestro escritor más universal; pero el segundo puede parecer más chocante. Sin embargo hay que tener en cuenta que el autor de La rebelión de las masas es uno de los pensadores del siglo XX más conocidos y leídos por la intelectualidad norteamericana. Curiosamente, en el libro There Is Simply Too Much To Think About (2015), que reúne toda la "no ficción" de Saul Bellow, solo se mencionan dos autores españoles, y son también Cervantes y Ortega y Gasset.)
Ahora bien, de todo lo contado por Ford en Oviedo me quedo con una anécdota. El autor de El periodista deportivo guarda sus cuadernos de notas (más de cincuenta) y manuscritos en el frigorífico. Según explicó, su madre, nacida en una casa de madera, tenía la convicción de que, en caso de incendio, lo último que ardería en la casa sería lo que hubiese en la nevera. Y Ford sigue su consejo. 

Comentarios

  1. Rafael de Cózar falleció intentado apagar las llamas de su biblioteca.

    Jorge, si te quedas con ese detalle de todo lo contado por este escritor, es que eres un gran aventurero.

    Tienes esa chispa de la vida que tanto hace falta.

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  2. Gracias, L.N.J. Algún día habría que estudiar la relación entre los libros y las llamas. Del incendio de la biblioteca de Alejandría a las quemas de libros de los nazis, hay tema abundante.

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