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Gracia Noriega


José Ignacio Gracia Noriega (1945-2016)


En estos calurosos primeros días de septiembre me ha dejado helado la noticia del fallecimiento del escritor y amigo José Ignacio Gracia Noriega. Nos conocimos en Oviedo a finales de los años setenta, en el círculo literario en torno a la revista Los Cuadernos del Norte, dirigida por Juan Cueto, de la que era asiduo colaborador. Cuando en 1980 me decidí a publicar mi primer libro de relatos, Celebración de la impostura, él fue uno de los primeros en hacerme una critica "alabanciosa" (que diría el innombrable Zunzunegui), en este caso en Radio Asturias, creo recordar.
Era un lector formidable y un gran conversador. Solíamos divertirnos hablando de escritores olvidados que ambos habíamos leído. Cuando se fue a vivir a Llanes -donde había nacido- y más tarde a Sevares, dejé de verle, aunque manteníamos contacto esporádico por carta. Fue muy prolífico, escribió unos cuarenta libros y miles de artículos en la prensa, Hubo un tiempo en que raro era el día que no aparecía un artículo suyo en "La Nueva España". De su obra de ficción me quedo tal vez con su novela El viaje del obispo de Abisinia a los santuarios de la Cristiandad, que obtuvo en 1986 el premio "Tigre Juan". Al pacecer deja mucha obra inédita, narraciones y ensayos que, de publicarse, seguro habrán de corrobor lo que siempre fue: un escritor de fuste..

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Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Premio Nadal 1944

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Pìanos mecánicos

De Los organillos , de Henri-François Rey, publicada a principios de los años sesenta, recordaba más su versión cinematográfica, titulada Los pianos mecánicos como el original francés, que la propia novela. Yo estaba en Cadaqués el verano en que se rodó la película, y tuve la ocasión de ver de cerca a dos de sus intérpretes más conocidos: James Mason y Hardy Krüger. La protagonista femenina era Melina Mercouri, pero a ella no tuve la suerte de verla. El filme lo dirigió Juan Antonio Bardem y, aunnque no es una de sus mejores películas, sí es una de sus producciones internacionales de más éxito comercial. A Henri-François Rey, que pasaba largas temporadas en Cadaqués (Caldeya en la ficción), también lo  tenía visto por el bar Marítim o el café Melitón (título, por cierto, de su última novela). En su momento la novela fue un éxito de ventas y de crítica (llegó a finalista del Goncourt y ganó el Interallié).Leída al cabo de los años puedo asegurar que no solo se sostiene muy bien