En estos tiempos de corrupción, engaños, latrocinios y rapiñas varias, se impone, primero, sosiego y relajación y, a continuación, echarse unas risas. Nada mejor para alcanzar este benéfico estado que recurrir a los antiguos y divertidos juegos de salón para toda la familia y amigos. Así, por ejemplo, podemos entretenernos con el juego del "Juicio": "Se sortea entre los jugadores a ver quién le corresponde actuar de juez. Se vuelve a sortear para escoger un acusado. Los demás jugadores serán considerados como acusadores fiscales. Se forma corro. Juez y acusado ocupan el centro. Dice el juez: -Se abre la vista. ¿Qué acusaciones pesan sobre el reo? Uno de los jugadores se inclina hacia él y le susurra al oído la acusación que se le antoje. Cuanto más absurda y cómica, mejor. El juez la anota en un papel que tendrá preparado para ello. A continuación, otro de los acusadores susurra a su vez. Y así sucesivamente, hasta haber hecho cada uno de los juga