Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro. El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de
Hola, me gustaría saber si hay alguna palabra que empiece por "Biblio", para añadirla al Bibliodiccionario que voy haciendo.
ResponderEliminarGracias.
Biblioaprenent.
En Diabolicón hay un diablo, Bibliofas. Dice así: "Diablo tipógrafo, que se confunde con los duendes de imprenta. Desde los tiempos de Gutenberg, anda enredando entre prensas, linotipias y minervas, cambiando letras y trastocando palabras.
ResponderEliminarA él se le deben comprometidas erratas, como aquella que salió en un texto piadoso del mercedario Maximino de Uclés titulado Rosa Mystica, o primaveral jardín de femeniles flores en loor de la Santísima Virgen María, y que en vez de “mujeres puras que podían a veces, púdicamente…” apareció “mujeres putas que jodían a peces, públicamente…”. Cuando la censura se dio cuenta ya era tarde y se habían vendido no pocos ejemplares. Los que quedaban en depósito fueron destruidos. En 1897 un ejemplar de este raro libro, impreso en Tarazona en 1689 por los herederos de Gabriel Sobrino, y que había pertenecido al erudito y urdidor de fraudes bibliográficos José Sancho Rayón, fue adquirido por Juan Pérez de Guzmán, marqués de T’Serclaes de Tilly, a precio de incunable.
Recientemente el Bibliofas se ha visto obligado a renunciar a los tipos móviles y a aprender las nuevas tecnologías, para así poder entrometerse como virus informático y seguir haciendo de las suyas."
Tomo nota y lo añadiré en mi próximo Bibliodiccionari XXIV, donde explicaré lo que cuentas.
ResponderEliminarGracias y hasta otra.
De nada.
ResponderEliminarSaludos.