Memorias de un exdemente

Clifford Wittingham Beers (1876-1943)

Durante varias semanas dormí apenas tres horas por noche sin mostrar casi signos de fatiga. Vastos proyectos tomaban forma en la mente... Después de haber estado dos años sin amigos, escribía ahora tantas cartas que, habiendo agotado el papel corriente, apelé al de envolver. Lo que yo decía ser una breve nota llenaba una tira de treinta centímetros de ancho por uno veinte de largo. Una carta completa requería nueve metros; el producto de tres días de actividad epoistolar no cabía en el corredor... Cubría una distancia de 30 metros.

(A Mind That Found Itself: An Autobiography, de Clifford W. Beers, 1908)

Comentarios

(2)
  1. Querido amigo. Estoy buscando un cuento en el que un bromista añade una cinta cada día más gruesa en el interior del sombrero de un individuo que acaba por suicidarse al creer que la cabeza le estaba creciendo de forma desmesurada. Comentaste que eras poseedor de varios volúmenes de la Enciclopedia Pulga y creo que en uno de ellos leí, en tiempos, esta historia. ¿González Ruano?

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  2. Amigo Ferrer: No recuerdo el cuento de que me hablas, pero buscaré entre mis "pulgas" por si lo encuentro. El cuento, desde luego, tiene su miga. Saludos.

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