Ir al contenido principal

Tener o no tener

Nelson Algren (1909-1981)

Cuando tenemos más casas de las que necesitamos para vivir, más coches de los que podemos conducir, más comida de la que podemos comer, la única manera de hacerse más rico todavía es quitárselo a los que no tienen bastante. Si todo el mundo tuviera lo suficiente, ¿para qué querría yo tener más que suficiente? ¿Para qué sirve una amplia pradera a disposición de todos? Hasta que no se expulsa de ella a los otros, el pasto no adquiere valor real. ¿De qué sirve ser general si no puedes tener más que un soldado? Y ya puestos, ¿para qué sirve un soldado?

(De Un paseo por el lado salvaje, de Nelson Algren. Galaxia Gutenberg, 2011. Traducción de Vicente Campos)

Comentarios

  1. Un soldado es la representación de la pulsión mas destructiva del ser humano; la criatura vestida de soldado, confía -o no- en defender una buena causa, pero la historia ha demostrado que las guerras, las conquistas, son la manifestación más primitivas y atroces que ha parido la humanidad.
    Tenga usted un buen año 2012.

    ResponderEliminar
  2. Yo también estoy estoy dando ese paseo por el lado salvaje y fascinado con el autor de la novela, al que no conocía hasta hace un par de semanas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Realmente, Nelson Algren merece una segunda oportunidad, después de haber permanecido "hibernado" editorialmente en los últimos años. Pero los grandes autores, y Algren lo es, siempre salen a flote.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Premio Nadal 1944

El jurado del primer Premio "Eugenio Nadal" (Café Suizo, Barcelona, 6 de enero de 1945). De izquierda a derecha: Juan Ramón Masoliver, Josep Vergés, Rafael Vázquez Zamora, Joan Teixidor e Ignacio Agustí.  En un artículo titulado "Premios literarios, cartas marcadas", publicado recientemente en un diario digital su autor Daniel Rosell analiza el trasfondo de premios tan prestigiosos como el Nadal y el Planeta a lo largo de su ya larga historia. Refiriéndose al primero de ellos, Rosell escribe: "Siempre hay alguien que recuerda que el el primer premio Nadal lo ganó una desconocida Carmen Laforet, que se impuso a González Ruano, a quien se le había garantizado el premio." Y añade: "Es emotivo, incluso tiene elementos épicos la historia de una joven desconocida que se alza con un galardón literario al que aspiraban los nombres -todos masculinos- consagrados de las letras de entonces, pero ¿por qué no poner el acento en González Ruano? (...) En otra

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Antillón

  Con el placer de costumbre leo en Lecturas y pasiones (Xordica, 2021), la más reciente recopilación de artículos de José Luis Melero, una referencia al geógrafo e historiador Isidoro de Antillón y Marzo, nacido y muerto en la localidad turolense de Santa Eulalia del Campo (1778-1814). Antillón fue un ilustrado en toda regla, liberal en lo político, que difundió sus ideas, entre ellas el antiesclavismo, a través de diversas publicaciones. Sus obras más relevantes son las de carácter geográfico, entre las que destaca Elementos de la geografía astronómica, natural y política de España y Portugal (1808). En esta obra se muestra crítico con otros geógrafos españoles (caso de Tomás López) y con los extranjeros que escribían sobre España (a excepción del naturalista Guillermo Bowles). Gracias a Jovellanos Antillón llegó a ser elegido diputado por Aragón en las Cortes de Cádiz. A su amigo y protector le dedicó Noticias históricas de D. Gaspar Melchor de Jovellanos , impreso en Palma de Mall