Ir al contenido principal

Un rostro, dos momentos

Estas dos fotografías vienen en el libro Stevensoniana (1910), de J. A Hammerton. Llevan la leyenda: "Dos interesantes retratos de R. L. Stevenson, tomados en Australia en 1893."
No solo interesantes, sino intrigantes, diría yo.
Se sabe que RLS partió de Apia (Samoa) rumbo a Australia en febrero de 1893. Tras una breve escala en Auckland arribó a Sidney el 28 de febrero y se hospedó, junto con su mujer, en el hotel Oxford. El 20 de marzo parte de nuevo hacia Samoa. Si los datos son ciertos estas fotos se debieron tomar en el intervalo de apenas tres semanas. Sin embargo, entre una y otra parece que hayan transcurrido años.
En ambas fotografías vemos a un Stevenson formalmente vestido, con chaqueta de buen paño, lejos de los terciopelos chillones de que gustaba en su bohemia y un tanto desastrada juventud. Pero entre las dos retratos hay marcadas diferencias. En el de la izquierda Stevenson esboza una ligera sonrisa en un gesto amable. Su mirada, clara y penetrante, inspira serenidad. Es el retrato de un hombre que parece ver la vida con esperanza y optimismo.
En el de la derecha, por el contrario, el aspecto de Stevenson cambia totalmente. Solo hay una diferencia de días, pero la mutación es considerable. Su semblante es de seriedad y preocupación; la mirada, huidiza, casi esquiva; el declive físico, evidente. Su rostro afilado delata a un hombre seriamente enfermo que siente ya muy cerca el aliento de la muerte.

Comentarios

  1. Stevenson mira a la izquierda, esquiva al fotógrafo, quizás estaba cansado y le molestaba posar. Se había afeitado la perilla y el bigote le había crecido, también el pelo es diferente, la raya es casi inexistente. El conjunto nos dice que la circunstancia en la que se obtuvo la segunda foto, muestra un Stevenson que está a la espera, como viéndolas venir. Decía Jung que la muerte proyecta su llegada mediante ciertos signos, no sólo físicos, como una amable tarjeta de visita para que no pillarnos desprevenidos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Amaltea, ha percibido detalles que se me han pasado por alto; detalles que acentúan aún más las diferencias.
    Gracias y saludos.

    ResponderEliminar
  3. ¡Sólo tres semanas! Qué rápida transformación...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Un milagro de san Salvador de Horta

"Dos casados vizcaínos traxeron desde aquel reino a Horta una hija, que era sorda y muda de nacimiento; y poniéndola a los pies del venerable Fray Salvador, les dixo que estuviesen ocho días en la Iglesia orando a Nuestra Señora, y que después hablaría la muchacha. Pasados quatro días habló, pero en lengua catalana, conformándose con el idioma del territorio en que estaba. Entonces viendo hablar a la muda gritaron todos: Milagro , milagro . Pero sus padres como no entendían aquella lengua estaban descontentos, y levantando la voz decían que ellos no querían, ni pedían, que hablase su hija lengua catalana, sino vizcaína; y fueron a Fray Salvador, que le quitase la lengua catalana y le diese la vizcaína. Él les respondió: Vosotros proseguid la oración de los ocho días, que yo también continuaré la mía . Y cumplidos los ocho días, delante de los muchos que concurrieron a ver la novedad, dixo: Amigo, la Virgen Santísima quiere que la niña hable catalán mientras esté en el reino de Cat