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Islas lejanas

Agustí Esclasans (1895-1967)

Robert L. Stevenson realizó varios viajes por los mares del Sur: el primero de siete meses (de junio de 1888 a enero de 1889) con el yate Casco, de San Francisco a las islas Marquesas, Paumotu, Tahití y Hawai; el segundo viaje (de junio a diciembre de 1889) con la goleta Equator, de Honolulu a Samoa; y el tercero (de abril a septiembre de 1890) en el vapor mercante Janet Nichol, de Sydney al grupo de las Marshall, pasando por Nueva Caledonia y las Gilbert. Las narraciones de estos viajes fueron reunidas póstumamente por su amigo Sidney Colvin en In the South Seas (1896), uno de sus libros más idiosincrásicos y de mayor interés antropológico.
Ahora demos un salto en el tiempo y en el espacio.
Barcelona, invierno de 1944. Un hombre traduce las crónicas de RLS por el océano Pacífico. Se detiene y su pensamiento le transporta a alguna de la playas descritas por el escritor escocés, con sus exuberantes pandanos y cocoteros y las verdes aguas del lagoon lamiendo las arenas blancas de coral. Se asoma a una ventana y ve una calle húmeda y gris donde gente anónima gente circula aterida y cabizbaja.
Este hombre es Agustí Esclasans. Hace tres años que salió de prisión y se gana en parte la vida, como otros hombres de letras represaliados, gracias a las traducciones que le encargan algunos editores barceloneses. Antes de la guerra Esclasans era un escritor y periodista conocido, de filiación noucentista, autor de poesías basadas en su sistema de invención "ritmológico" y de una rara novela sobrerrealista, Víctor o La rosa dels vents (1931). Luego vino la guerra y se torció todo.
En los mares del Sur
salió en Ediciones Astarté de Barcelona, en 1945. Fue la primera traducción de este libro en lengua castellana. Esclasans hizo su versión a partir de una edición francesa de la obra, cosa bastante frecuente en la época. En el texto se trasluce algún que otro galicismo o descuido (p. ej. poner "Le Casco" o "L'Equateur"), pero en general la traducción es esforzada y fiel. Sin embargo, aunque en el prólogo se dice que se trata de una edición "completa y exacta", no es cierto. De las cuatro secciones de que consta la obra original, se suprimió la tercera, "Las ocho islas", por entero. No creo que fuera por problemas de censura, más bien me inclino a pensar que en la versión francesa tampoco se incluía esta parte.
Tras la pausa, el traductor retoma su tarea y vuelve a sumergirse en un mar de insólitas imágenes:
"Hace dos o tres años, los habitantes de un valle cogieron y asesinaron a un pobre diablo que les había ofendido; según ellos la ofensa era terrible; no pudieron soportar que su venganza quedara incompleta, y no se atrevieron a celebrar un festín público bajo la mirada de los franceses. Por consiguiente, el cuerpo fue descuartizado, y cada hombre se retiró a su propia casa para consumar el rito en secreto, llevándose su parte del horrible alimento ¡encerrado en una cajita de cerillas sueca!"

Comentarios

  1. Tal como lo describe, Esclasans fue un personaje digno de aparecer en una película neorrealista. El párrafo final de su entrada es chocante, sobre todo por la cajita de cerillas que sugiere un canibalismo homeopático.

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  2. O un canibalismo vergonzante, que también resulta chocante.
    Saludos.

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  3. Lupo Ayllán y Sus Dementes25/2/11, 12:52

    No puede uno dejar de fantasear con la idea de que Agustí empatizó con el pobre almuerzo. ¿ Cual fue la ofensa para tan terrible venganza ? ¿ Qué hice yo ? debió pensar A. E. , quizá , sólo quizá.
    Dr. Los compañeros me preguntan que si tiene previsto hablarnos de la geología en la obra de Lovercraft. Es por hacer los deberes. Felicitarle y efusivos saludos , hoy nos sacan al parque a molestar a los deambulantes y a morder a los perros.

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  4. No sabemos lo que pensaba Esclasans mientras traducía a Stevenson, pero puede adivinarse, como bien apuntas.
    Respecto a Lovecraft: tengo prevista una entrada de "geoletras" acerca de "En las montañas de la locura". Será un poco más adelante.

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