Entiendo y comparto -aunque no todos- los elogios a José Saramago. Admito que algunos que ayer le criticaban ahora le ensalcen. Paso también por que las autoridades lusas quieran ahora limpiar su mala conciencia. Lo que no acabo de entender es por qué su féretro fue recibido en el aeropuerto lisboeta con honores militares.
DE MUJER A AMANTE Soy fuego encalmado en agua, una ola que se eleva del abismo. En mis venas la marea atraída por la luna se alza en un árbol de flores esparcidas en espuma de mar. Soy aire atrapado en una red, el pájaro profético que canta en un cielo reflejado. Soy un sueño antes de la nada, soy una corona de estrellas, soy la forma de morir. (Kathleen Raine, Collected Poems 1935-1980 , Allen & Unwin, 1981. Traducción: J.O.) (Nota: Este blog, como viene siendo habitual en verano, se toma un descanso de aproximadamente un mes. Que pasen un buen y saludable verano.)
Bueno, en un país en el que para hacer una revolución su ejército sale a la calle entregando claveles rojos a la gente, puede tener sentido que los escritores y los poetas reciban honores militares en sus funerales.
ResponderEliminarLauro
Puede ser. Pero me temo que los actuales dirigentes no estarían precisamente pensando en ninguna revolución.
ResponderEliminarAhora lo que hacen es tratar de llevar al redil a alguien que nunca se salió de él demasiado. Yo comparto todos tus "peros" a Saramago, a quien siempre fue correcto en casi todo, pero cuando uno lee los artículos que le ha dedicado la prensa española e internacional de derechas tiene que procurarle un sitio más próximo. Quizá no sea demasiado serio, claro...
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