-Bueno, a ver, ¿qué haces?
-Perdona, Schiavón, estaba pensando en voz alta.
-No, si por mí, puedes seguir.
-Le daba vueltas a la retórica.
-¿...?
-Es que yo entiendo que la literatura -y creo que todo es literatura- se nutre de tres componentes que, por orden de importancia, son: la retórica, la sensibilidad y la inteligencia.
-Desmenuza, por favor.
-Entiendo por retórica el dominio del lenguaje; por sensibiliodad, la capacidad de sorprenderse y fabular; por inteligencia el saber ordenar lo escrito.
-Arnaldo..., me da la sensación de que todos los que habláis de literatura decís excactamente lo mismo.
-Siempre se dice lo mismo.
-Entonces, ¿por qué estamos perdiendo el tiempo?
-Tú no ganas ni pierdes el tiempo.
-Bueno, era una forma de expresarme.
-Exactamente..., como todo. La literatura es el catálogo de las formas de expresarse.
-Luego... ¿todas las obras dicen lo mismo?
-Se diferencian en el número de palabras que necesitan para decirlo y en el orden que se establece entre ellas.
…
Esta entrada suya desmerece algo de su hermoso blog. Nosotros aqui leyendo literatura mientras trocean a los albinos en Tanzania, ahorcan a homosexuales y a menores de edad en Irán, cortan los dedos de mujeres que querían llevar las uñas pintadas en Afganistán, cientos de personas son asesinadas en Sudán y en la República Democrática del Congo. Y llevamos muchos años así.
ResponderEliminarUn saludo
Jorge Martín
Lamento disentir. Me parece que J.O. apunta a las instituciones, a la organización estructurada de las sociedades y no a la actuación indiscriminada e individual de cada uno. De ser esto último, estimado Jorge, su respuesta a este blog sería incoherencia pura: no sé qué hace que no hace algo para parar lo de Darfur, por ejemplo. Pero J.O. no dice, me parece, eso.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Creo que FPC ha captado lo que quería decir. Pero admito, con J.M., que mi entrada puede entenderse de otra manera, aunque no fuera esta mi intención. En cualquier caso, gracias por vuestras observaciones.
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