Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro. El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de
La labor del científico es buscar verdades; la del político, luchar por las libertades de todos (no sólo de los más fuertes y poderosos). Un sumatorio de verdades es una aproximación a la verdad (análogamente, un sumatorio de libertades).
ResponderEliminarLa Verdad y la Libertad son ideas sobre las que ´tan solo podemos teorizar; esa es la magna labor del filósofo (y no caigamos en el error de pensar que es ello una tarea inútil).
Bernardo Rivero Taravillo (http://devenirdelaciencia.blogspot.com)
No me acuerdo ahora quien fue el que dijo que la misión de un científico no es buscar la verdad, sino enmendar el error (o sea, buscar, como tu dices, "verdades"). Por aquí, creo, que van las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.