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Mostrando entradas de octubre, 2008

De Halloween a Mockingbird

Ahora que llega Halloween me acuerdo de Matar un ruiseñor, y de los niños disfrazados de calabazas cruzando el parque de noche, muertos de miedo. Y me pregunto: ¿por qué "ruiseñor"? El título original de la hermosa novela de Harper Lee es To Kill a Mockingbird; pero en inglés un mockingbird no es un ruiseñor ( nightingale ), sino un sinsonte o cenzontle. Las dos aves son paseriformes, pero pertenecen a distintas familias. Los sinsontes son mímidos, y si Lee quiso poner en el título un sinsonte y no un ruiseñor es porque esa era su intención. De lo contrario se pierde el simbolismo o significado metafórico. No soy ornitólogo, ni siquiera birdwatcher , pero según he leído el sinsonte común ( Mimus polyglottos ) es un pájaro nativo de América del Norte, de canto melodioso y con una gran capacidad para imitar sonidos de todo tipo, incluidos los cantos de otros pájaros. El irlandés Thomas Ashe, en sus Travels in America Performed in 1806 , describe al mock-bird o mocking bird

Flaubert

Publicada póstumamente en 1881, Bouvard y Pécuchet, de Gustave Flaubert , narra los empeños y andanzas de un par de amigos amanuenses entregados en cuerpo y alma a la desmesurada tarea de aprender los diferentes saberes humanos. Tras fracasar en el estudio de la química y la medicina, los dos estólidos amigos deciden dedicarse al estudio de la geología. Bouvard y Pécuchet se sumergen entonces en la lectura de tratados y manuales de geología. De este modo salen a relucir el Telliamed de Benoît de Maillet, el Discurso sobre las revoluciones del Globo de Cuvier, las Cartas de Bertrand, así como famosos geólogos y paleontólogos: Omalius D'Halloy, Elie de Beaumont, Geoffroy Saint-Hilaire, Alcide D'Orbigny... Todos los autores citados son franceses y no se menciona a Charles Lyell, tal vez porque en la época en que se sitúa la obra (década de los cuarenta del siglo XIX) todavía la influencia del geólogo escocés era escasa en el Continente. A lo largo de sus averiguaciones del p

Noblesse oblige

H.D. McCaskey (izquierda) y Charles H. Burritt (derecha), jefes del Bureau de Minas de Filipinas a principios del siglo XX. En el centro, el geólogo W arren D. Smith. En 1901 el gobierno de Estados Unidos estableció en Manila el Bureau de Minas bajo la dirección del teniente Charles H. Burritt. A éste le sucedió el ingeniero de minas Hiram D. McCaskey, quien realizó una gran labor ampliando la plantilla, los objetivos y las funciones del citado organismo. Entre los geólogos contratados entonces estaba Warren Du Pré Smith, especialista en yacimientos no metálicos y paleontología quien llegaría a ser jefe del Bureau entre 1908 y 1914 y, a partir de 1920, de la División de Minas. Al principio el staff minero creyó que Filipinas era un territorio virgen desde el punto de vista geológico, pero pronto se dieron cuenta de que había mucho hecho y, además, de un gran nivel. En 1924 Warren D. Smith publicaría Geology and Mineral Resources of the Philippines, excelente síntesis geológico-miner

Polos opuestos

En David Copperfield , Charles Dickens hace decir al cochero Barkis, enamorado de Peggoty, una frase de modo reiterativo: "Barkis estaría dispuesto". Me pregunto si Herman Melville tendría en mente este personaje cuando en Bartleby, el escribiente hace decir a su protagonista, repetidamente, la contrapuesta frase: "Preferiría no hacerlo".

Días de Congreso

La semana pasada se celebró en Oviedo y Gijón el IV Congreso Internacional de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII "La época de Carlos IV (1788-2008)". La organización del evento corrió a cargo del Instituto Feijoo del Siglo XVIII y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales. En colaboración con Enric Aragonès y Carlos Martín Escorza presenté, dentro del apartado de Ciencia, la comunicación: Luces del norte: percepción e interpretación de las auroras boreales observadas en la península Ibérica a finales del siglo XVIII. Además de las conferencias plenarias -a cargo de Nigel Glendinning, Inmaculada Urzainqui, Emilio La Parra y José Luis Peset- hubo comunicaciones sobre muy diversos temas: literatura, instituciones, inquisición, pensamiento, economía, etc. Tuve la oportunidad de asisitir a algunas de ellas y lo cierto es que aprendí mucho. En mi opinión -aunque sea parte implicada- el balance final del Congreso resultó muy positivo. Al maestro dieciochista F

Goethe

En Goethe on Nature and on Science (1942) el neurofisiólogo Charles Scott Sherrington se preguntaba cómo era posible que el autor alemán, de “tan gran poder mental, visión e industria, pudiese dedicar tanto tiempo a problemas científicos sin dejar ningún hito en la historia de la ciencia.” Sin ser tan drástico en el juicio, es cierto que las aportaciones científicas de Johann Wolfang Goethe (1749-1832) con ser estimables no son esenciales, y que otras mentes de su tiempo menos geniales alumbraron descubrimientos e hicieron contribuciones más perdurables que las suyas. El interés de Goethe por la ciencia comenzó a manifestarse en su juventud y no disminuyó con el tiempo ni se redujo a una sola disciplina. Con mayor o menor acierto abordó cuestiones químicas, físicas, anatómicas y de ciencias naturales. Sus estudios sobre el hueso intermaxilar en los vertebrados, la metamorfosis de la plantas y los colores son ejemplos conocidos de su diversa aplicación científica. El primer mapa geoló

Premio Nobel

El premio Nobel de Literatura 2008 ha recaído en el francés Le Clézio. Como no lo he leído no voy a opinar de él. Lo que sí he leído es la valoración que la Academia Sueca ha hecho de Le Clézio como "autor de nuevos rumbos, de la aventura poética y del éxtasis sensual..., explorador de la humanidad, dentro y fuera de la civilización dominante." Sin duda, en esto de glosar las virtudes del premiado los doctos académicos se superan cada año.

Mundos perdidos

Sir Arthur Conan Doyle no solo ha pasado a la historia de la literatura por haber creado a Sherlock Holmes, el más famoso detective de ficción, sino porque con El mundo perdido (1912) inauguró una nueva variante de novela de aventuras: la de exploración de remotos territorios donde aún habitan animales supervivientes de antiguas épocas geológicas. El mundo perdido narra la rivalidad y los conflictos planteados entre dos científicos, el aguerrido profesor Challenger y el más cauto y remilgado profesor Summerlee, antes y durante una expedición a la espesa selva amazónica. Allí, en una inaccesible meseta o plateau encontrarán animales que creían extinguidos -iguanodontes, estegosaurios, pterodáctilos-conviviendo con una raza de homínidos. Conan Doyle se sentía atraído por la paleontología, en especial por los dinosaurios. Cerca de su casa de Sussex había descubierto unas icnitas o huellas fósiles, pertenecientes al género Iguanodon . Con este motivo se carteó con el especialista del Mu

Margarit

Le han dado a Joan Margarit el Premio Nacional de Poesía 2008 por su libro Casa d e Misericordia . Se lo merece y me alegro, porque Margarit es un gran poeta tanto en catalán como en castellano. Ha dicho el poeta que ha obtenido el premio "por los designios del azar". Tal vez. El azar es sabio a veces.

Alegato

A sus 92 años el neoyorquino Stanley Kauffmann sigue escribiendo en la revista The New Republic desde hace medio siglo. Reconocido autor dramático, narrador y crítico de cine y teatro, Kauffmann estuvo en el ojo del huracán a raíz de la publicación de su novela The Tightrope (1952), conocida en Gran Bretaña con el título de The Philanderer . La novela cuenta la historia de un joven bien parecido, casado y creativo en una empresa de publicidad de Nueva York, que se ve abocado a múltiples infidelidades debido a su compulsiva atracción por las mujeres, incluida la esposa de su jefe. Lo que caracteriza a esta novela de otras en las que también el protagonista es un impenitente mujeriego, es lo explícito, para la época, de sus escenas de sexo. En 1954 The Philanderer fue objeto de una acción judicial en el Old Bailey de Londres bajo el cargo de libelo obsceno. La edición Penguin (1957) de la novela incorpora a modo de apéndice el alegato que, por parte de la defensa, hizo Mr. Justice St

Premios de la AEA

Ayer se entregaron en Oviedo los IX Premios de la Crítica 2007, de la Asociación de Escritores de Asturias. Mis felicitaciones a los premiados en sus distintas modalidades: Antón García, Inés Toledo, Cristina Muñiz Martín, Mónica Rodríguez, Diego Medrano, Alfonso Fernández Tresguerres, Severino Antuña, Vicente García Oliva y Antonio Valle. Este último recogió, como coordinador del libro colectivo Mensajes de un mundo dibujado , el premio de narrativa en castellano, concedido por el "concepto innovador del proyecto, que propicia la interacción de la obra pictórica de José Carlos Álvarez Cabrero con treinta y dos escritores". Entre estos treinta y dos se encuentra un servidor. Así pues, por la pequeña parte que me toca, gracias. El III Premio de las Letras de Asturias, a toda una trayectoria literaria, recayó en Luis Fernández Roces. Me parece un justo y merecido galardón, y desde aquí le envío mi más sincera enhorabuena y un fuerte abrazo.

Un poema de Vicent Andrés Estellés

Como está el hijo sin los padres y los padres sin el hijo y chicas, en el cine, con las piernas abiertas y una mano entre los muslos, y el rosario en familia, y está el peón que se mata cayendo desde un andamio y el hombre que hace el pan y está quien lleva un metro para saber el tamaño adecuado del ataúd y como están los tranviarios que trabajan la noche de fin de año y los agujeros de las pilones y está el ascensor con una luz sucia amarillenta esperando mientras tanto la portera se emborracha de vino y mea por la escalera y la hija tiene miedo y el marido lo está haciéndo con la mujer del médico y los tranvías terribles con la agitación de los hierros y el médico que se dedica a romper las nueces mientras tanto la portera va por la escalera meando y llamando a las puertas con un golpe de teta y el hijo de la del arpa que ha muerto hace tres días llora y llora y enciende un cirio y pone el cirio en la botella de vino y contempla la Loren y entonces la suiza grita por el pasillo y el

Retrato

"¡Dios Todopoderoso! Era indeciblemente encantadora. Su belleza lo golpeó. Se quedó allí sentado, su caricia escorpina lo paralizaba con arrobo, su veneno le calentaba la sangre. ¿Quién demonios era aquella chica? Tenía los ojos verdes, grisazulados. Llevaba una cabra colgada de una cadena alrededor del cuello. A menudo posaba con las manos en las caderas. Comía peras. Fumaba Gitanes. Creía en las estrellas. Y había nacido el veinticuatro de diciembre." ( La mirada del observador , 1980, de Marc Behm. Traducción de Beatriz Pottecher)