Ir al contenido principal

Foster Wallace

Leo en el periódico La Nueva España el siguiente titular: DAVID FOSTER WALLACE, ADIÓS AL LÍDER DE LOS ESCRITORES MALDITOS. ¿Foster "líder de los escritores malditos"? ¿Foster un "maldito"? ¿Quién redacta esta textos de agencia? Pase que fuera un escritor transgresor, políticamente incorrecto, provocador; pero, ¿maldito?
Aparentemente lo tenía todo: fama, éxito, prestigio, dinero. Sus alumnos de creative writing le adoraban, su familia le quería. Y pese a todo... decide quitarse la vida. La naturaleza humana es extraña y complicada. Lo único seguro es que ya no escribirá más; y que a partir de ahora cada vez que lo lea será difícil que me quite de la mente la tétrica imagen de su autor ahorcado. Una faena.
Descanse en paz.

Comentarios

  1. Habría que redefinir el concepto de malditismo, que hemos heredado directamente del siglo XIX sin más matices. Igual que los conceptos de romanticismo, clase obrera, etc. Coño, en siglo y medio no pueden significar lo mismo.
    No voy a decir nada de David Foster Wallace, pero cada vez que veo a un escritor de nuestro ámbito autodefinirse como maldito, marginal, etc., me echo a temblar: siempre sé que tengo delante a un imbécil, a un trepa y a un hipócrita de tomo y lomo. Pero así son las cosas.
    Un abrazo.
    JLP

    ResponderEliminar
  2. Hombre, "escritor maldito" es el que lleva una maldición a cuestas: ¿y cuál mayor para un escritor que no ser leído, apreciado, publicado? Así que me parece que sigue significando lo mismo y estoy con JO: lo tenía todo, de maldito nada. Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. Aun admitiendo que el concepto de "maldito" en literatura pueda haber cambiado con el tiempo, lo que yo quería hacer notar es con qué facilidad y frivolidad se cuelgan etiquetas, cuando menos dudosas, a los escritores, estén vivos o acaben de morir.
    Un abrazo, amigos.

    ResponderEliminar
  4. Con tanto escritor maldito suelto el infierno es una playa de veraneo.
    SALUDOS. EXCELENTE BLOG.

    ResponderEliminar
  5. FPC: Esa es una de las imágenes que hay que revisar: el autor que no es leído, apreciado o publicado es un maldito. ¿Cuántos malos escritores no son leídos, apreciados ni publicados, con toda razón? ¿Les convierte eso en malditos?
    Y por otro lado: Parece haber un gran consenso en señalar a Leopoldo María Panero (por citar el primer ejemplo que se me ocurre) como un autor maldito, a pesar de que publica en buenas editoriales y es muy leído. Entonces ¿qué es el malditismo? Yo diría que, en cierta forma, Truman Capote era un maldito, a pesar de su dinero, su fama y sus amistades de la alta sociedad.
    En fin, creo que el malditismo es un concepto anacrónico, tal como se usa, y debería ser suprimido o revisado o repensado. Mi opinión es que se trata de una etiqueta fácil para uso de periodistas y adolescentes mitómanos y que no tiene mucho sentido en el mundo real de la literatura.
    Saludos:
    JLP

    ResponderEliminar
  6. JLP: Creo que hay que hacer una importante matización que, quizá, sea la que, obviada, nos confunde.
    ¿A qué se refiere la etiqueta? Si es a cuestiones valorativas (leído, publicado) sobre hechos comprobables, entonces de acuerdo: puede darse el caso de Panero que tú mencionas. Pero si se refiere a cuestiones que son absolutamente subjetivas, como la de ser marginal o no encajar en determinadas normas, puede seguir significando lo que siempre significó: porque siempre habrá alguien que sitúe a un tercero en posición de marginación con respecto a algún asunto, lo que le autorizará a llamarlo "maldito". A mí me parece que, desde este último punto de vista, Wallace no lo era (para mí) porque era publicado, admirado, seguido, leído y valorado positivamente. Es claro que otros pueden pensar que, pese a ello, era maldito porque no era un autor de masas, o influyente en la literatura, o lo que sea.
    En lo que estoy contigo es en la cuestión de las etiquetas: no tienen mucho que ver con la literatura en sí y sí con el mercado que la alienta.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Es curioso pero en inglés no hay un equivalente para el término "maldito", se suele en usar el francés, maudit. Creo que todo esto del malditismo es una creación romántica, que nace con Nerval y otros escritores bohemios, y se arrastras con más o menos acierto hasta el siglo XX. Lo mejor sería matizar el concepto o, mejor aún, dejarlo de usar. Sobran etiquetas.
    Saludos y gracias por vuestras aportaciones.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Simpson

George Gaylord Simpson (1902-1984) George Gaylord Simpson fue sin duda uno de los importantes paleontólogos del siglo XX, especialista en mamíferos fósiles, gran teórico evolucionista y experto lingüista. Después de su muerte, su hija descubrió  entre sus papeles el manuscrito de un relato de ciencia-ficción escrito en los años setenta y titulado The Dechronization of Sam Magruder . Se publicó en 1996, con prólogo de Arthur C. Clarke y epílogo de Stephen Jay Gould. Fue traducido al castellano por María Belmonte y publicado al año siguiente por la editorial Mondadori con el título Entre dinosaurios . El relato de Simpson narra las peripecias de un "cronólogo", Samuel Magruder, que en 2162, y gracias a un proceso de su invención conocido como "descronización", viaja nada menos que ochenta millones de años atrás, o sea, al período cretácico. Magruder es consciente de que es el único humano en un valle poblado de gorgosaurios, celurosaurios, tiranosaurios y otros