Circunstancias familiares me han llevado en el mes de agosto a pasar unos días en Worthing, Sussex. Worthing es un agradable sea resort, con su Pier y su Marine Promenade al estilo Brighton, pero en pequeño. Como el tiempo no estaba para tomar el sol en la playa, me dediqué a recorrer librerías. A parte de la inevitable Waterstone’s, encontré una librería de viejo bastante bien surtida, Badger’s. Allí me compré una edición de 1821 de Gertrude of Wyoming and Other Poems, del escritor escocés Thomas Campbell, con preciosos grabados dibujados por R. Westall, y el ensayo W.H. Hudson. A Vision of Earth (1946), de Robert Hamilton. En la librería anticuaria Colin Page de la vecina Brighton, tuve la suerte de que me regalaran, por mi cumpleaños, un bello ejemplar, ricamente encuadernado en piel, de Curiosities of Natural History (Fourth Series), del naturalista y zoófago Francis T. Buckland, hijo del excéntrico geólogo William Buckland, publicado en 1900. Dicho ejemplar había sido obsequiado en su día por
Con el placer de costumbre leo en Lecturas y pasiones (Xordica, 2021), la más reciente recopilación de artículos de José Luis Melero, una referencia al geógrafo e historiador Isidoro de Antillón y Marzo, nacido y muerto en la localidad turolense de Santa Eulalia del Campo (1778-1814). Antillón fue un ilustrado en toda regla, liberal en lo político, que difundió sus ideas, entre ellas el antiesclavismo, a través de diversas publicaciones. Sus obras más relevantes son las de carácter geográfico, entre las que destaca Elementos de la geografía astronómica, natural y política de España y Portugal (1808). En esta obra se muestra crítico con otros geógrafos españoles (caso de Tomás López) y con los extranjeros que escribían sobre España (a excepción del naturalista Guillermo Bowles). Gracias a Jovellanos Antillón llegó a ser elegido diputado por Aragón en las Cortes de Cádiz. A su amigo y protector le dedicó Noticias históricas de D. Gaspar Melchor de Jovellanos , impreso en Palma de Mall
Worthing, Sussex... Tiene resonancias a relato de M.R. James, uno en el que llegara un erudito dispuesto a pasar unos días (y recorrer librerías) y de pronto le asaltase alguna presencia grotesca y fantasmal.
ResponderEliminarEspero que no te ocurriera. O que sí.
Un abrazo.
JLP
Pues no, no me topé con ningún fantasama en Worthing, pero en el imponente castillo de los duques de Norfolk, no me hubiese extrañado encontrarme con alguna presencia del pasado.
ResponderEliminarPor cierto, M.R. James es uno de mis escritores de ghost stories favorito (junto con Vernon Lee, de quien, por cierto, hablaré mañana).
Un abrazo.
Vernon Lee tiene un cuento fantástico (valga la redundancia), "La voz maléfica", que yo recuerde ahora. Espero ese post. De M.R. James no sé con cuál quedarme porque todos me gustan. Se agradecería otro post sobre M.R.
ResponderEliminarUn abrazo:
JLP
De momento ya puedes leer la entrada sobre Vernon Lee (que imagino que te sabrá a poco, pero tiene continuación en otra parte). Respecto a M. R. James también me gustaría hacer un post, pero más adelante.
ResponderEliminarUn abrazo.