En 1797 se inscribió en los cursos de
Al acabar en 1799 sus estudios Hardenberg pasó a trabajar en la administración de las las minas de sal en Weissenfels. Para entonces, sin embargo, la tisis galopante que padecía había hecho estragos en su cuerpo. Moriría dos años más tarde, a los veintiocho años de edad. Lamentablemente no tuvo tiempo de destacar como geólogo o ingeniero de minas. Pero los poemas que escribió con el pseudónimo de Novalis, en especial sus Himnos a la noche, le han preservado para la posteridad.
Con el placer de costumbre leo en Lecturas y pasiones (Xordica, 2021), la más reciente recopilación de artículos de José Luis Melero, una referencia al geógrafo e historiador Isidoro de Antillón y Marzo, nacido y muerto en la localidad turolense de Santa Eulalia del Campo (1778-1814). Antillón fue un ilustrado en toda regla, liberal en lo político, que difundió sus ideas, entre ellas el antiesclavismo, a través de diversas publicaciones. Sus obras más relevantes son las de carácter geográfico, entre las que destaca Elementos de la geografía astronómica, natural y política de España y Portugal (1808). En esta obra se muestra crítico con otros geógrafos españoles (caso de Tomás López) y con los extranjeros que escribían sobre España (a excepción del naturalista Guillermo Bowles). Gracias a Jovellanos Antillón llegó a ser elegido diputado por Aragón en las Cortes de Cádiz. A su amigo y protector le dedicó Noticias históricas de D. Gaspar Melchor de Jovellanos , impreso en Palma de Mall
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