Amos Oz, el escritor israelí galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007, dio ayer una espléndida conferencia en el Campus de Humanidades de la Universidad de Oviedo. Habló, entre otras cosas, de literatura, de su vocación de escritor, de su familia, de su libro semiautobiográfico Una historia de amor y oscuridad ("no hay una línea divisoria entre realidad y ficción... tampoco entre comedia y tragedia: son dos ventanas sobre un mismo escenario"), de los judíos europeos, de su país y del conflicto palestino-israelí ("no es un conflicto en blanco y negro, entre buenos y malos; es un conflicto entre dos víctimas de Europa, un choque entre la justicia y la justicia..."). A quienes aspiren a ser novelistas, o ya lo sean, les dio un consejo: "Pensad en vuestros personajes como si fueran vuestros hijos, vedlos como un padre mira a sus hijos".
Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro. El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de
Un consejo excelente. Y se aplica a lo leído; los novelistas más grandes son los que vieron a sus personajes como hijos. Cervantes, Galdós...
ResponderEliminarY Balzac, Dickens...Y luego están los novelistas que tratan a sus personajes como a hijastros.
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