De vez en cuando aparece en la prensa algún artículo que habla de Portugal. Ahora, con motivo de la visita oficial del presidente Cavaco Silva he leído unos cuantos. Se habla, una vez más, de historia compartida, desunión y federalismo ibérico. En un de los artículos se cita a Gaziel: "Pocas veces la insensatez humana habrá establecido una división más falsa". Me recuerda un párrafo que encontré, sorprendentemente, en un libro de geología (Lecciones de Geologia, de Francisco de Luxán, Madrid, 1841). Dice así: "Los límites geográfico-geológicos no siempre coinciden con los políticos de las naciones: los más son artificiales, debidos a las convenciones de los hombres, y sujetos a error, y base de disgustos y de guerras interminables. Y ciertamente, si los consejeros de Felipe IV hubieran sabido Geología, a falta de amor patrio y de corazón español, habrían preferido mil veces la muerte a la mengua de firmar la separación de Portugal".
Con el placer de costumbre leo en Lecturas y pasiones (Xordica, 2021), la más reciente recopilación de artículos de José Luis Melero, una referencia al geógrafo e historiador Isidoro de Antillón y Marzo, nacido y muerto en la localidad turolense de Santa Eulalia del Campo (1778-1814). Antillón fue un ilustrado en toda regla, liberal en lo político, que difundió sus ideas, entre ellas el antiesclavismo, a través de diversas publicaciones. Sus obras más relevantes son las de carácter geográfico, entre las que destaca Elementos de la geografía astronómica, natural y política de España y Portugal (1808). En esta obra se muestra crítico con otros geógrafos españoles (caso de Tomás López) y con los extranjeros que escribían sobre España (a excepción del naturalista Guillermo Bowles). Gracias a Jovellanos Antillón llegó a ser elegido diputado por Aragón en las Cortes de Cádiz. A su amigo y protector le dedicó Noticias históricas de D. Gaspar Melchor de Jovellanos , impreso en Palma de Mall
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